Reglas de decoro y buena conducta en una aventura cornuda

Si deseas maximizar tus posibilidades de seducir a las personas que conoces y que ellas correspondan, enfoca tu atención en los gestos y comportamientos que te...

8 min de lecture
Reglas de decoro y buena conducta en una aventura cornuda

Si deseas maximizar tus posibilidades de seducir a las personas que conoces y que ellas correspondan, enfoca tu atención en los gestos y comportamientos que te convertirán en alguien apreciado y con quien se querrá volver a quedar.

Un detalle descuidado puede comprometer el buen desarrollo del encuentro y futuras citas.

Además, las personas que conoces probablemente conozcan a otras que también practican el cornudismo. ¡Las noticias vuelan y una reputación se construye muy rápidamente, tanto para bien como para mal!!!

Los practicantes esperan que estas reglas se respeten. Es algo obvio. Normalmente, no debería ser necesario especificar cómo comportarse en este tipo de situaciones.

Sé muy atento con tus parejas porque no todos o todas te dirán directamente lo que les incomoda.

Pueden insinuarlo discretamente para que adaptes tu comportamiento. Si haces oídos sordos a estos comentarios, es muy probable que te excluyan rápidamente de las fiestas privadas.

Saber estar

La primera y más importante regla a respetar: la puntualidad. Respetar la hora es un acto esencial de educación. Pese a lo que se diga, llegar tarde siempre se considera de mala educación.

Si eres el cómplice de una pareja cornuda, será muy apreciado que llegues antes que la dama o la pareja al punto de encuentro acordado.

Si debes acudir al domicilio de la pareja, se puede tolerar un máximo de cinco minutos de retraso. En cualquier caso, es imprescindible avisar de tu retraso y disculparte.

Un retraso jamás debe convertirse en hábito porque puede resultar muy irritante con el tiempo y afectar la excitación de la pareja que te espera.

Huelga decir que en este tipo de encuentros aplican normas de educación. La cortesía es un acto de saber estar que se está perdiendo pero que sigue siendo valorado. Sin exagerar su expresión, siempre es agradable encontrarse con una persona educada, atenta y sonriente.

La cuestión del dinero no debe descuidarse en este tipo de citas. Si eres "tacaño", se notará tarde o temprano. La mezquindad, por leve que sea, tiene un efecto radical en la libido de estas damas y será mal vista por la pareja.

No te aventures en este tipo de experiencias si planeas divertirte sin participar nunca, de un modo u otro, económicamente.

Naturalmente, gastar dinero no es obligatorio per se, pero permite hacer gestos de cortesía, acceder a lugares que servirán de marco para tu encuentro y por qué no, tener detalles con tu cómplice o cómplices.

Si sales con la esposa de un cornudo sin su marido, por ejemplo, acompáñala y propón cubrir todos los gastos inherentes a la velada.

Anticípate siempre a ella para no ponerla incómoda. Si desea participar, lo sabrás con suficiente antelación.

Por el contrario, si encuentras a la pareja para tomar una copa o comer, es normal dividir la cuenta equitativamente entre todos.

Si tienes problemas económicos o realmente no deseas gastar dinero, propón encuentros que no requieran muchos gastos (en la naturaleza, en tu casa...) pero asegúrate de que en ningún momento la mujer o la pareja perciban tus dificultades temporales.

De hecho, insinuaciones como "¡aquí es caro!" o cualquier otro comentario despectivo sobre el dinero serán sistemáticamente recordadas... en tu contra.

Del mismo modo, si no tienes transporte personal, encuentra una solución que te permita reunirte con tus cómplices sin pedirles ayuda directamente.

Eso podría ponerlos en un aprieto y representaría una carga potencial para ellos. A menos que te ofrezcan recogerte y llevarte de vuelta...

En el plano sexual, si eres "el cómplice", te corresponde llevar preservativos. Un hombre que no los lleve consigo será considerado negligente o irrespetuoso.

El respeto es naturalmente extensible a todo el comportamiento. Sobra decir que llamar a tus cómplices a cualquier hora del día o de la noche sin que esté acordado entre ustedes no es respetuoso.

Aunque la hora te parezca adecuada a ti, no necesariamente lo es para los demás. No todo el mundo tiene el mismo ritmo de vida que tú.

Durante un encuentro, nunca muestres con palabras o gestos falta de consideración hacia las mujeres, ni hacia los demás en general.

En el ámbito sexual, el respeto hacia los demás es primordial: nunca obligues a tus parejas a nada.

El respeto hacia uno mismo es igual de importante: si una situación no te conviene, dilo y no dudes en detener el acto sexual si percibes una incompatibilidad real o que no te escuchan.

Saber ser

Sé muy atento a tu entorno y a tus parejas. Si eres observador y estás receptivo, sabrás intuitivamente qué actitud adoptar. Pero si hablas de ti mismo o acaparas la atención, puedes fatigar a tus interlocutores con el tiempo.

Por el contrario, mostrar cierta seguridad tranquiliza a las personas con las que interactúas y te hace más atractivo que alguien dubitativo que no sabe qué decir.

Si te sientes intimidado, haz lo posible por superar ese obstáculo. Mantente abierto hacia los demás siendo sonriente, accesible y acogedor. Atención a las actitudes físicas cerradas (brazos o piernas cruzadas).

La espontaneidad y el encanto son dos activos clave para poner al otro cómodo. El humor y los cumplidos también siempre son apreciados si se usan con mesura. Naturalmente, los comentarios machistas o chistes demasiado groseros deben prohibirse absolutamente.

Tampoco seas demasiado insistente en el flirteo. ¡Hay un punto medio entre un tímido excesivo y un donjuán!

Evita igualmente temas de conversación aburridos o sin interés para los demás. Que conozcas a mujeres de mente abierta no significa que cualquier conversación sea deseable (no hables de tus últimas aventuras a menos que te pregunten).

Centra tu interés en la mujer que tienes delante. Las mujeres aprecian sentirse valoradas aunque sea solo en el contexto de ese encuentro. Mantente en el juego del encuentro si quieres que sea exitoso.

Sé también vigilante con el ambiente y no intentes nada sexual si el momento no es propicio. Sea cual sea la situación, muestra tacto.

Si conoces a la pareja, no ignores al marido. Recuerda que te diriges a dos personas cómplices que no dejarán espacio a un hombre que las incomode o que ignore al esposo. Lo ideal es desarrollar complicidad con el marido para mayor placer de su dama.

Además, no critiques las prácticas de las personas que conoces. Si te sientes incómodo con ellas, retírate disculpándote.

Por otro lado, un error demasiado común es pensar que una mujer liberada es una mujer fácil. Que sea abierta no significa que esté dispuesta a hacer cualquier cosa de cualquier manera y en cualquier momento.

Como cualquier persona, desea vivir plenamente sus fantasías con personas entendidas pero siendo respetada. Además, una mujer liberada tampoco tiene interés en conocer tus conquistas pasadas o futuras. Lo que importa es lo que viven juntos.

Si la esposa de una pareja cornuda aceptó verte a solas, es de mala educación "retenerla" demasiado tiempo o insistir para que se quede cerca si manifiesta ganas de irse. Aunque no parezca pensarlo, no hagas interpretaciones y respeta su petición.

En todos los casos y si naturalmente el encuentro transcurrió bien, es de buena educación agradecer el momento compartido con un mensaje o llamada telefónica.

Saber hacer

Para empezar, debes preocuparte por una higiene íntima y corporal impecable antes de cualquier encuentro. A menos que tengas los gustos de Napoleón por Josefina, la mayoría de parejas y mujeres son sensibles a este "detalle" que no es menor.

No debe existir ninguna duda en su mente al respecto. Incluso puedes garantizarles este aspecto antes del encuentro pidiendo lo mismo a cambio.

Además, prepararse forma parte de los momentos en que te cuidas a ti mismo y a los demás. Esto fomenta la autoestima y propicia un bienestar que condiciona un buen encuentro.

Puntos que no olvidar: estar limpio, uñas cortadas (manos, pies), depilado o recortado en la zona genital, afeitado en el rostro. Si sudas fácilmente, no escatimes en desodorante.

En general, sé guapo, sexy y depilado en toda circunstancia... ¡nunca se sabe cuándo puede surgir una oportunidad!

Presta atención también a tu vestimenta. Es importante que tu estilo no sea descuidado (ropa arrugada, usada varias veces, con estilo desfasado...) y que te sientas cómodo con ella.

Sé igualmente cuidadoso con los alimentos que consumes horas antes de un encuentro íntimo. Podrían rechazarte rápidamente si no evitas ciertos productos.

Cebollas, alubias secas, etc. pueden convertirse en tus peores enemigos al provocar flatulencias que resultarían muy disuasorias para tus parejas.

Del mismo modo, el mal aliento puede ser determinante. Desterrar ajo, cebolla, queso antes de cualquier encuentro y asegura una buena higiene dental (beber mucha agua, no fumar, caramelos de menta o eucalipto, hilo dental, etc.).

Evita chicle en presencia de los demás. No todo el mundo aprecia la masticación ruidosa e indiscreta que provoca.

Comentarios

0 comentarios

Inicia sesión para comentar

No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!