Adicto

Hola, soy nuevo aquí y quería compartir nuestra historia.

Somos una pareja bastante agradable: ella tiene 40 años y es muy guapa; yo soy 14 años mayor que ella.

Nos conocimos hace 15 años y rápidamente la introduje en el libertinaje que practicaba con mi primera mujer, pero claramente ella participaba para complacerme.

Nat es bastante seria y tímida a primera vista, pero muy sensual y conoce el orgasmo clitoridiano, vaginal y anal; todas las cualidades para el libertinaje.

Así que la llevé a un club en París, le gustó y repetimos regularmente.

Poco a poco encontré mi placer principalmente en observarla y cuidar de ella, más que en tener relaciones con otras mujeres. También asumí muy pronto mi lado bisexual, ¡y a Nat eso la excitó de inmediato!

Entonces nuestra sexualidad evolucionó: salgo con hombres sin ella y le cuento todo, pero lo que más me excita es organizarle gang bangs en mi presencia y citas con amantes sin mí.

Siento un placer intenso al planificar los encuentros, verla prepararse con cuidado, maquillándose un poco más intenso de lo habitual, pintalabios más rojo, con un atuendo sexy, sin bragas, con medias y liguero; siento una punta de celos mientras la imagino en brazos de otro, me corro como un loco cuando regresa feliz, agotada, y me cuenta con detalle cómo se comportó su amante del día durante la copa de presentación.

Con la mano en su muslo, es ella quien entreabre suavemente las piernas para facilitar la maniobra, su amante empieza a ponerse duro, luego el momento de partir hacia la habitación del hotel, cómo tiembla cuando él le toma la mano al caminar, el primer beso frente a la puerta de la habitación, el descubrimiento de la cama, cómo su amante la desnuda sin apartar sus labios; cómo ella se arrodilla para bajarle los pantalones y metérselo en la boca, sus gemidos ante la felación de sus sueños.

Ella me explica cómo siente su coño empaparse, cómo tiene ganas de gritarle que la tome, decirle que ella, tan correcta, el ejemplo de nuestros amigos y nuestra familia, quiere ser su guarra sin límites. Estoy en un estado de excitación loco cuando ella le dice que estoy hecho para ser cornudo, que debe aprovecharlo al máximo, que mi polla es pequeña y que necesita que la llenen. Me encantan sus relatos, me encanta que me mire fijamente y que acaricie mi entrepierna mientras me explica cómo se corrió varias veces cuando él la tomó a cuatro patas, cuando violó su pequeño agujero y cuando se corrió en su boca.

¡Cómo todavía tenía ganas de él cuando le dio un beso apasionado frente al coche, frente a los transeúntes que entendían claramente que eran amantes!

No puedo prescindir de estos momentos, soy tan feliz de ser cornudo y de que mi amor disfrute como loca en los brazos de desconocidos.