Una noche, sola sin mi hombre...

Hola a todos, aquí estoy en este sitio que me ha llevado a leer varios testimonios todos más cautivadores que el otro. Por mi parte, soy la pareja de un cornudo, de hecho a mi hombre le gusta verme con otros hombres, ya sea que él participe o no.

Un día, me habló de una experiencia que le gustaría que exploráramos... que encontrara hombres dispuestos a darme placer sin él.

A primera vista, pensé que sería difícil, ¡que nunca encontraría! Y sin embargo...

Hacía boxeo y un hombre, pequeño, musculoso, de ojos azules... me daban ganas de jugar con mi seducción. Primero jugué a seducirlo, él me miraba como un pervertido haciendo pequeños ruidos cada vez que estaba cerca de mí. Esto duró unos días y se lo conté a mi hombre. Esta situación lo excitaba mucho.

Tomé la iniciativa... Florian, el chico de ojos azules, conocía a un amigo suyo, dispuesto a acompañarle para hacerme pasar una excelente noche.

Así que tomé el número de Florian y esperé a la noche para contactarlo. Estaba muy excitada por la reacción de mi hombre cuando se lo contara; pero también muy angustiada porque realmente no conocía a mis dos compañeros de juego, aunque el hecho de que estuvieran en la escuela de policía me tranquilizaba.

Los recogí frente a su escuela y los hice subir a mi coche. Allá fuimos a buscar un lugar agradable donde estaríamos tranquilos, en el bosque. Una vez apagado el coche, temblaba, Florian, al que conocía, me tocaba por todas partes mientras el otro comentaba sobre mi físico que apenas había vislumbrado. Les dije que tocaran mis pechos porque ambos pensaban que eran falsos, ¡pero son reales! Y allí creo que todo fue muy rápido, nos encontramos en mi coche, apretados... MUY APRETADOS....

Primero me ocupé de Benito, que me parecía muy tímido y que escondía una polla fantástica, que entraba muy bien en mi boca. Florian, por su parte, al principio se quedó como espectador, luego me presentó su polla, dura como se desea, y sabrosa. Me deleitaba y pensaba en la excitación que sentiría mi hombre cuando lo llamara más tarde.

Benito me tomó como una perra en el asiento trasero en posición misionera, estábamos apretados pero sentía un gran placer al sentir su polla en lo más profundo de mí. Sentía en Benito un hombre con poca experiencia pero con una polla perfecta para empapar mi asiento en poco tiempo.

Quizás el hecho de hacer las cosas sola también me excitaba.

Florian trató de cogerme pero no estaba hecho para los condones, lástima porque un doble me hubiera tentado. Así que simplemente me lo chupé hasta que soltó todo en mi boca, Benito por su parte no logró quitarse el condón a tiempo para correrse en mis pechos. Florian y Benito se reían de esa torpeza.

Estaba agotada, no podía conducir enseguida... mis piernas temblaban.

Me dije que ya era hora de llevarlos de vuelta y llamar a mi hombre para contarle.

Les agradecí por esta famosa experiencia y me fui a casa llamando a mi hombre para explicarle todo. No me creyó al principio, pero la excitación subió muy rápido, apenas tuve tiempo de terminar mi relato cuando comprendí que se había corrido.

Estaba feliz de haberle ofrecido esta primera experiencia sola, con, de regalo, varios hombres. De hecho, me había superado, no me sentía capaz de hacerlo, pero estuvo bueno y para repetir.

Mi querido, conoces la historia, pero contada así no creo.