Mi primera experiencia cornuda... para los que se la perdieron...

Hola a todos. Estoy aquí para compartir con ustedes todos los acontecimientos que han trastornado mi vida desde hace 1 año.

Lo siento, es un poco largo. Pero el relato detallado de los eventos que me llevaron al cornudismo es necesario para entender bien.

Tengo 30 años y llevo 11 años con mi mujer, casados desde hace 5 años. Al principio nuestra sexualidad era plena, normal, digamos. Sin embargo, aunque mi mujer sentía placer durante nuestros encuentros, me confesó que nunca se había corrido conmigo. Con el tiempo, como en muchas parejas, la rutina hizo estragos y poco a poco nos fuimos distanciando, especialmente sexualmente. Mi mujer me decía que ya no le atraía el sexo y nuestros escasos encuentros eran unilaterales en cuanto al placer.

Hace un año, detecté un cambio de comportamiento en ella. Estaba agresiva conmigo y se cuidaba más (maquillaje, depilación...). Le pregunté si me engañaba y lo negó jurándome que me estaba haciendo ideas. Un día que estaba trabajando entre Navidad y Año Nuevo de 2012, la seguí en coche todo el día porque mis sospechas persistían. Por la tarde, sobre las 18H, salía de casa de un cliente ante mis ojos y me llamó diciéndome que tenía que volver a su oficina para cerrar un archivo. La sigo y para mi gran desesperación cambia de dirección y se aparca en un callejón cerca de su oficina. Aparco a unos cien metros y, unos minutos más tarde, un segundo coche se aparca junto al suyo al fondo del callejón, un coche que reconozco: es el de uno de sus compañeros casados del que me habla a menudo. Ambos bajan del coche y suben a la parte trasera del coche del tipo (y sí, las ventanas traseras eran tintadas). Ahí salgo disparado y voy a echarla de allí. Pelea monumental, el tipo se larga muerto de pánico y volvemos a casa con mi mujer para explicaciones.

Ella empieza por enfadarse diciéndome que todo era culpa mía, que la había abandonado y que él sí sabía escucharla. Decido irme y entonces ella rompe a llorar suplicándome que la perdone. Le pido que me lo cuente todo, absolutamente todo si espera tener la más mínima oportunidad de recuperar mi confianza. Así que me cuenta que se sentía abandonada, sola y que necesitaba sentirse deseada. En cuanto al tipo, también tenía problemas de pareja, iba mal en la cama, muy pocas relaciones y prohibición de correrse dentro de su mujer por cuestiones religiosas. Así que se acercaron, el primer beso fue un mes antes de mi descubrimiento. Le siguieron varios encuentros en el coche por la noche cuando yo creía que trabajaba. Solo preámbulos durante estos encuentros, pero me confesó haberse excitado mucho en esos momentos ocultos, mucho más que conmigo. Caricias, masturbación, mamada, cunnilingus, todo pasó por allí pero sin penetración. Hasta un viernes antes de Navidad que pidieron la tarde libre y la pasaron en un hotel... Él se cogió a mi mujer tres veces y la hizo correrse... 3 veces. Recuerdo que yo nunca. Se habían protegido, me confesó que había dudado porque estaba limpio al 200% y que él también tenía ganas por las "limitaciones" de su mujer. Me dijo que se había sentido libre, deseada y que se había entregado por completo a ese tipo. Hizo de todo con él, todo lo que ya habíamos hecho juntos, al menos. No más, pero ya era enorme para ella, que creía no sentirse atraída por el sexo. Y confesó que había querido hacerle lo que ella mide, hacerle correrse en su boca (casi lo hizo en el coche).

En fin, tuve que digerir todo eso durante unas semanas. Mis sentimientos eran muy antagónicos. La odiaba a muerte por haberme mentido. Pero los actos sexuales en sí mismos me importaban una mierda, y poco a poco me excitaban. Me imaginaba a mi mujer en esas situaciones y me volvía loco. Una noche que estábamos haciendo el amor en enero, le pedí que cerrara los ojos e imaginara que era él quien la tocaba. Primero se negó y luego cedió, me lo debía. Reproduje, con comentarios, todo lo que él le había hecho. Y entonces se transformó en un volcán. No la reconocía, se soltaba como nunca, estaba empapada como nunca y casi la hago correr. Casi nada... Nos encantó esa experiencia a los dos, y en ese momento me dije que realmente le faltaba algo en nuestra vida y que privarla de ello sería egoísta. Así que le propuse volver a ver al tipo para que ella disfrutara. Ella se negó diciendo que quería olvidar todo eso, pero me decía que no insistiera porque no sabría resistirse mucho tiempo. Insistí, no se resistió...

En febrero, un día entre semana, la autoricé a ver de nuevo al tipo entre mediodía y las 14H. Toda la mañana nos enviamos sms, dudábamos mucho. Habíamos puesto las 11H30 como hora límite; después ella estaría con él y sería demasiado tarde. Casi cancelo todo varias veces. A las 11H me fui a una reunión. Debía durar 30 minutos, duró 1H... Miré mi móvil. Tenía un sms de las 11H30 que me decía que se iba... En ese momento mi excitación subió, no me lo esperaba. Le respondí diciendo que estaba demasiado excitado y que podía soltarse, y que no usara condón si estaba realmente segura del tipo.

Por la noche me lo contó todo. El mensaje la había liberado por completo. Antes estaban tensos los dos por la situación. El mensaje cambió las cosas. Se calentaron, ella se lo chupó y él se corrió sobre ella (estaba demasiado excitado según ella). Luego se la cogió durante mucho tiempo. Disfrutó aún más que la primera vez porque fue sin condón. Se corrió 2 veces y él eyaculó dentro de ella. Él le agradeció por haberle dado eso porque hacía años que no lo hacía. Por la noche estábamos muy excitados y disfrutamos mucho juntos (ella no se corrió pero estuvo bien).

Ahí va mi única experiencia cornuda. Todavía me apetece, me gustaría observar a mi mujer con otro para verla disfrutar. Esta historia me cambió por completo. Era celoso antes de esto. Pero ella ya no quiere, dice que ya disfrutó bastante y que así le va.

Espero no haberlos aburrido demasiado con mi historia. Es una locura pero es 100% real.