Castidad

En el universo del cornudo, la castidad no significa la ausencia de deseo, sino su tensión. Evoca el arte de retener, prohibir o aplazar el placer. Ya sea elegida o impuesta, se convierte en un juego de control, de sumisión o de frustración deliciosamente mantenida. La castidad puede vivirse a través de cinturones, pactos o simples promesas, transformando cada gesto inocente en una provocación, cada mirada en una tentación. Una espera que sublima el deseo, una disciplina donde lo prohibido se convierte en excitación.

Gracias a un contacto reciente con uno de sus antiguos amantes, mi pequeña cariño me dio una sorpresa. Me reveló que ha estado en contacto telefónico

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angelito